BARAHONA. En la casa de María Dolores López reina la desolación. Vecinos aseguran que su nieto de diez meses, Ángel Bautista Félix Peña, fue secuestrado el pasado 20 de diciembre en circunstancias hasta ahora no establecidas.
Nélsido Félix Félix, abuelo del infante, relata que la versión más acertada del hecho consiste en que dos desconocidos a bordo de un motor del tipo CT entró al patio delantero de la vivienda ubicada en la calle Prolongación Duarte esquina María Trinidad Sánchez.
“Yo estaba trabajando en ese momento, pero me cuentan que un motor entró con dos hombres de raza negra; éstos tomaron al niño y casi al instante lo entregaron a otras personas que andaban en un vehículo blanco”, declaró el pariente del secuestrado.
Luis Pérez, vecino, asegura haber visto a los hombres del motor entregar al niño a otras personas que se encontraban en el interior de un Toyota Camry color blanco, cuya placa no pudo identificar.
“Todo ocurrió muy deprisa, además de que no conozco a las personas que estaban implicadas en el hecho”, explicó Pérez. El testigo ocular del secuestro dijo que no reconocería a los perpetradores aunque se los presentaran, porque usaban lentes oscuros mientras llevaban a cabo su fechoría. Las condiciones económicas de la familia donde nació el bebé secuestrado son deplorables. Un gran patio de tierra bordea la casa hecha de block pero sin empañetar, la cual está cubierta con techo de zinc.
La familia Félix Peña no reúne el perfil para ser blanco de secuestradores que piden rescate. “No nos han contactado para nada. La verdad que no sabemos por qué alguien querría secuestrar a nuestro niño”, explicó el abuelo.
La madre del niño, Fabiola Peña, se encuentra en Santo Domingo con el objetivo de dar con su paradero. “No nos han contactado para nada. La verdad que no sabemos por qué alguien querría secuestrar a nuestro niño”, explicó el abuelo.
El mayor José Pérez y Pérez, encargado de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, en Barahona, señaló que aún no se tienen pistas acerca del paradero del niño y dudan que la desaparición haya sido por secuestro debido a la escasez de recursos de la familia. El caso mueve muchas especulaciones y ha suscitado consternación en el sector en que se produjo.
“Yo estaba trabajando en ese momento, pero me cuentan que un motor entró con dos hombres de raza negra; éstos tomaron al niño y casi al instante lo entregaron a otras personas que andaban en un vehículo blanco”, declaró el pariente del secuestrado.
Luis Pérez, vecino, asegura haber visto a los hombres del motor entregar al niño a otras personas que se encontraban en el interior de un Toyota Camry color blanco, cuya placa no pudo identificar.
“Todo ocurrió muy deprisa, además de que no conozco a las personas que estaban implicadas en el hecho”, explicó Pérez. El testigo ocular del secuestro dijo que no reconocería a los perpetradores aunque se los presentaran, porque usaban lentes oscuros mientras llevaban a cabo su fechoría. Las condiciones económicas de la familia donde nació el bebé secuestrado son deplorables. Un gran patio de tierra bordea la casa hecha de block pero sin empañetar, la cual está cubierta con techo de zinc.
La familia Félix Peña no reúne el perfil para ser blanco de secuestradores que piden rescate. “No nos han contactado para nada. La verdad que no sabemos por qué alguien querría secuestrar a nuestro niño”, explicó el abuelo.
La madre del niño, Fabiola Peña, se encuentra en Santo Domingo con el objetivo de dar con su paradero. “No nos han contactado para nada. La verdad que no sabemos por qué alguien querría secuestrar a nuestro niño”, explicó el abuelo.
El mayor José Pérez y Pérez, encargado de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, en Barahona, señaló que aún no se tienen pistas acerca del paradero del niño y dudan que la desaparición haya sido por secuestro debido a la escasez de recursos de la familia. El caso mueve muchas especulaciones y ha suscitado consternación en el sector en que se produjo.
Varias hipótesis manejan los investigadores
El oficial Pérez y Pérez dijo que “Estudiamos la posibilidad de que el niño haya sido arrastrado por un río que converge precisamente a las espaldas de su vivienda, pero descartamos esto al explorar el cauce de ese río hasta el mar Caribe”.
Los investigadores policiales sólo tienen las versiones de dos niños, uno de 4 años y otro de seis, debido a que los testigos adultos no se han presentado por ante las autoridades para ofrecer declaraciones en torno al alegado secuestro.
Los investigadores policiales sólo tienen las versiones de dos niños, uno de 4 años y otro de seis, debido a que los testigos adultos no se han presentado por ante las autoridades para ofrecer declaraciones en torno al alegado secuestro.
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