Decenas de barahoneros retornaron este lunes a Santo Domingo y otros pueblos del país, tras las festividades de año nuevo.

POR JUAN F. MATOS.

BARAHONA.- Tras el intenso ajetreo de la Navidad, Nochebuena y la fiesta de Año Nuevo, esta ciudad retornó este lunes 3 de enero a la normalidad, notándose todavía en algunos lugares y rostros de ciudadanos, la resaca de estas festividades.

Desde tempranas horas de la mañana los comercios grandes y pequeños de las principales arterias comerciales abrieron sus puertas, así como los bancos comerciales, empresas privadas, dependencias públicas, entre otras entidades, donde  eran vistos arribar desde todos los puntos de la la ciudad y el resto de la provincia, trabajadores, empleados y ejecutivos de las mismas, para reintegrarse a sus actividades habituales.

El transporte público urbano e interurbano comenzó a accionar con gran fuerza, siendo observados muchos pasajeros que esperaban turnos en la terminal del Sindicato de Chóferes de Minibuses de Barahona (SINCHOMBIBA), para trasladarse hacia la ciudad Capital.

En tanto, que en la sala de emergencia del hospital Jaime Mota era escasa la presencia de pacientes, mientras que entre los pocos que acudieron al centro asistencial, habían con  con afecciones respiratorias, gripe y problemas hipertensos, así como  lesionados levemente en accidentes de tránsito y riñas personales.

Las autoridades locales se anotaron un gran triunfo en la celebración de la fiesta de Año Nuevo, debido a que no se reportó ninguna muerte de personas.

La no ocurrencia de muertes en el Año Nuevo a la efectiva se debió a la efectiva  labor de prevención desarrollada por la Policía Nacional y la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), acción que está siendo digna de elogios por diferentes sectores locales y provinciales.

Pero siempre prevalecen dos problemas que ya son tradicionales, los cuales consisten en que muchas personas con sueldos muy bajos pierden los estribos económicos y gastan más de lo que reciben en el pago regular y la regalía pascual de diciembre.

Mientras, que otras se abstienen de realizar este derroche de dinero, pero incurren en sacar en agencias efectos hogareños muy caros "para llamar la atención de vecinos" que no pueden hacerlo.

Estos ciudadanos pasan la navidad, Nochebuena y hasta el Día de Reyes muy contentos y felices, observando sus salas bien amuebladas, pero el dolor de cabeza les llega en el pago del 25 de enero, cuando tienen que pagar en las agencias las primeras cuotas de los efectos que sacaron el mes anterior.

Debido a esto algunos se ven en serios aprietos por no poder cumplir con esos pagareses,   por lo que con mucho dolor proceden a traspasar a segundos parte de los efectos sacados, y otros, a venderlos a precios bajos.

Pero tan pronto esta gente sale de ese tremendo lío, se le olvida todo, y para las festividades del siguiente mes de diciembre, vuelven a caer en el mismo charco, que testarudos"

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