En la Mina de Santiago, no queremos haitianos

POR ALEJANDRO SANTANA.

Para muchos dominicanos los culpables de mucho de nuestros males son los haitianos que viven en esta parte de la isla, la que compartimos con ellos.

Si hablamos de malaria, dengue, sífilis, maleficios  y hasta de cólera, para muchos xenofobitos, ellos son los transmisores y por eso debemos perseguirlos y en algunos casos darles muerte, porque son  los sodomiítas o Gomorra que el creador destruyó cuando sus acciones fueron tan indignas que hasta al cielo ofendieron, según la Biblia.

Los haitianos en esta parte de la isla son una realidad cuya única responsabilidad la tienen nuestras autoridades que por corrupción les han permitido el ingreso sin control hasta el extremo de que en algunas zonas su presencia y hacinamiento es tal  que levanta xenofobia en cuídanos y autoridades carentes de sensibilidad  humana, y eso es un peligro.

Luego del brote de cólera  que ha afectado al hermano país haitiano, somos muchos los dominicanos que creemos  que es una enfermedad o epidemia para ellos y no por su gentilicio, sino por el color de su piel y todo lo que parezca negro debe ser rechazado.

Valla ignorancia, el cólera, malaria, sífilis y otros, son producto de malas políticas sanitarias por el  aunamiento, la falta de educación y la acción de irresponsabilidades de autoridades.

Si  haitianos que viven en cualquier zona del país de repente causan alteraciones del orden sanitario porque  las casas que les alquilamos dominicanos, carecen de letrinas, sanitarios y agua potable es a nosotros los dueños a quienes hay que sancionar porque quien anda con la calamidad encima se instala en cualquier sitio carente de condiciones y los reguladores de esos lugares deben ser las autoridades.

Es altamente peligroso que se estén levantando acciones xenofobitas  contra todo, negro residente en el país y que esa acción hasta cuente con la complicidad de comunicadores y autoridades que han llegado a desconocer que los dominicanos somos inmigrantes también por necesidad.

Y hay que saber que nuestra economía mayormente  es sustentada por remesas de nuestros inmigrantes, para los cuales vivimos reclamando que se les respete donde quiera que estén.

Y si de negros se trata, los dominicanos, debemos tener cuidado porque desde que el padre las Casas, trajo desde África a negros para que ayudaran a nuestros indígenas en las labores del campo el mas blanco, de ojos azules y cabellos rubio, tienen el negro detrás de la oreja.

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